miércoles, 24 de octubre de 2012

El caminante sobre el mar de nubes


El caminante sobre el mar de nubes 



Creación del pintor romántico alemán Caspar David Friedrich, data del año 1818. Si se analiza de una manera general  todas las obras de este artista, es fácil ver como pinta varias veces lugares aislados de la naturaleza; seguramente debe haberse sentido muy atraído por lugares solitarios, pero maravillosos (locus amoenus). Con el evolucionar de su arte, Friedrich hizo aun más evidente su gusto por lugares aislados, pero le agregó un aire más misterioso otorgando a cada elemento del cuadro un simbolismo, típico del romanticismo, como se observa en sus otras obras.

 Volviendo al caminante sobre el mar de nubes, para comenzar el viajero de espaldas no tiene visible el rostro, por lo que transmite la idea que el viajero es toda la humanidad. Además de evitar que el paisaje pase a un segundo plano opacado por el rostro del individuo, el caminante al estar observando este, invita a ver lo mismo que él observa, sintiéndose parte de esta pintura.

El protagonista se ubica al centro, dando un aire de dominancia. Por otra parte, es un hombre  que a pesar de tener un bastón pudo lograr llegar hasta la cima para contemplar el paisaje, él que al estar lleno de nubes simboliza lo eterno, y luego de un difícil trayecto, un ser con dificultad, subió por  una montaña terrenal, hasta lograr llegar y apreciar la vida eterna, asimismo la postura con una pierna delante de la otra, sería la dominación de este viajero sobre este mundo y el eterno.

Otra posible interpretación es la de comparar al humano con el universo representado por la naturaleza y plantear la interrogante ¿Qué es el humano cuando se compara con el universo?  Obviamente, se comprende que el hombre cara a esta realidad no es más que un elemento pedestre, insignificante. Así, encontramos la exaltación de un posible sentido nihilista.

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